BENEFICIOS DE HACER DEPORTE

Cuando hablamos de hacer deporte, el primer pensamiento que atraviesa nuestra mente siempre es el de mantenernos en forma, tener un cuerpo tonificado y aumentar fuerza o resistencia. Pero en realidad, los beneficios de hacer deporte no solo se reducen a la parte física; sino que además, tiene una influencia positiva a nivel corporal y mental.

Si bien es cierto que la estética es una de las principales razones por las cuales muchas personas deciden practicar ejercicio, también es importante recalcar los beneficios derivados del deporte y su impacto en la reducción de enfermedades, cuidado de la salud mental y la contribución al bienestar emocional. Por lo tanto, existe una afectación en la vida personal, en los comportamientos sociales y en el entorno laboral.

Es decir, realizar deporte con regularidad y constancia tiene un impacto directo en las personas y en todas las esferas de su vida ¿No nos crees? aquí te describimos los beneficios.

MEJORA DE LA SALUD MENTAL Y EMOCIONAL

Si miramos los efectos de hacer deporte desde el plano médico y científico, debemos entrar en detalle de lo que sucede en nuestro cerebro al momento de ejercitarnos. Durante el tiempo en que realizamos actividad física la forma como el cerebro funciona se modifica. Se ha comprobado que nuestra función cognoscitiva, es decir, la capacidad que tenemos para generar y asimilar conocimiento, aumenta.

Esto se ve reflejado cuando por ejemplo, al momento de montar en bicicleta o jugar fútbol nuestros reflejos se activan, somos capaces de leer mucho más rápido el entorno y podemos tomar decisiones acertadas; como a quien pasarle la pelota, cuando chutar o en el caso de la bicicleta regular la velocidad, esquivar elementos entre otras situaciones que se

requieren para practicar cualquier deporte. Con el tiempo, el estímulo de la capacidad cognoscitiva tiene un impacto sobre la memoria evitando de esta manera las enfermedades auto degenerativas como lo son el Alzheimer.

Por otro lado, mientras realizamos ejercicio nuestro cerebro libera sustancias como adrenalina, norepinefrina, dopamina y serotonina. Convirtiendo a nuestro cuerpo en una máquina que puede soportar grandes cargas de estrés muscular y, es ahí, donde observamos cómo logramos hacer cosas que normalmente no podríamos, entrando en un estado de satisfacción, euforia, alegría y optimismo. Sensaciones que impactan positivamente en nuestro estado emocional, generando seguridad y autoestima, y evitando factores como estrés, depresión, ansiedad y angustia.

Otras de las hormonas que generamos durante la práctica del deporte son: el cortisol, la testosterona y un aumento considerable en la producción de endorfinas, esto conlleva a que entremos en un estado de relajación por varias horas posteriores al entrenamiento, un aumento de la líbido y un mejoramiento del desempeño sexual. A medida que los hábitos de deporte se vuelven constantes, la sensación de bienestar se prolonga paulatinamente, por lo que el estado de relajación ya no se limita a las horas en las cuales se hace deporte sino a un estado permanente.

Un aspecto importante a resaltar es el resultado que conlleva tener una vida sedentaria. La falta de actividad física -aunque te parezca increíble- aumenta la sensación de fatiga y cansancio general. La práctica de ejercicio nos ayuda a mantenernos alerta, con mayor energía y mejora la capacidad de tomar mejores decisiones.

EFECTO REJUVENECEDOR

Es cierto que hacer deporte nos hace ver más atléticos en la medida que controlamos nuestro peso, debido a la quema de grasa y la tonificación de los músculos. Sin embargo, queremos enfatizar en los beneficios que se obtienen a nivel del corazón, huesos y, en general, en todos nuestros órganos.

La obesidad es uno de los principales factores de riesgo que produce enfermedades coronarias, diabetes tipo II, azúcar en la sangre, triglicéridos, colesterol y aumento de la tensión arterial. Si bien es cierto que muchas de estas enfermedades aparecen en muchas ocasiones por predisposiciones genéticas o simplemente aparecen con el paso de los años, también es válido afirmar que los hábitos alimenticios y deportivos mantienen en forma nuestro organismo y, como consecuencia, permiten que nuestra calidad de vida mejore en gran medida.

Un peso regulado evita el cansancio desmedido y mejora los hábitos de sueño -aspecto fundamental para el cuidado corporal-. Además, incrementa la capacidad pulmonar generando un mayor rendimiento y resistencia a la hora de caminar, correr o trotar. La piel se rejuvenece debido a la generación de células antioxidantes y al mismo tiempo gracias a la eliminación de toxinas y células muertas. Por su parte, los huesos al soportar un peso proporcional a su tamaño, sufren un menor desgaste relacionado con el tiempo, permitiendo realizar diferentes actividades y movimientos entrados en la edad adulta.

La masa muscular es otro gran revelador de que tan jóvenes somos. A partir de los 30 años, la masa muscular comienza un proceso natural de pérdida de músculo, en caso de no tomar medidas en contra de este proceso inherente de la condición humana se pueden padecer un aumento de las lesiones asociadas a la pérdida de masa muscular. Para evitar esto, es recomendable realizar ejercicios de peso, ya sea mediante la utilización de pesas o mancuernas o simplemente utilizando nuestro propio peso corporal.

APARIENCIA FÍSICA

Aunque parezca obvio -y lo es- el resultado de una apariencia atlética se debe a muchos factores internos que se reflejan externamente. El incremento de la actividad física aumenta la demanda de energía que necesita nuestro cuerpo para funcionar, por lo que las reservas de grasa se consumen dando paso a una apariencia que deja ver la musculatura.

El cabello adquiere una apariencia brillante y resistente, las uñas crecen fuertes y el color

de la piel recobra vida ayudando a eliminar el acné. Por otro lado, la tonificación de los músculos combate la flacidez, la celulitis y las venas varices.

Es decir, podríamos quedarnos acá escribiendo durante largas páginas el por qué hacer deporte es, por mucho, una de las curas milagrosas para muchos males del cuerpo y, que si bien hoy en día existe una cultura consciente del cuidado personal, no podemos olvidar que la apariencia física es el reflejo de un buen funcionamiento a nivel interno, que permite que todo nuestro cuerpo funcione como debe ser.

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